Junkrat es un fenómeno obsesionado con los explosivos que vive para crear caos y destrucción. El ataque al núcleo de fusión del omnium australiano cambió el paisaje para siempre. Luego de la explosión, el lugar se convirtió en un hostil e irradiado desierto, lleno de desperdicios y de ruinas. Quedó totalmente inhabitable. Pero algunos sobrevivieron. Se hacen llamar los Chatarreros. Ellos hurgaron los restos del omnium y formaron una despiadada y anárquica sociedad en las sombras. Junkrat era uno de ellos. Se ganaba la vida recolectando metal y componentes de entre las ruinas. Como muchos otros, se vio afectado por la radiación residual. Ese toque de locura lo hizo perfecto para encargarse de explosivos peligrosos, una afición que terminó convirtiéndose en obsesión. Se hizo notar cuando descubrió un secreto extremadamente valioso entre los restos del omnium. Aunque pocos conocían la naturaleza de lo que encontró, se vio de todas formas acechado por cazarrecompensas, bandas y oportunistas por todas partes, hasta que hizo un trato con el mercenario chatarrero Roadhog, que de mala gana aceptó ser su guardaespaldas personal a cambio de la mitad del botín. Ahora, con la compañía de Roadhog, Junkrat abandonó el desierto y se embarcó en un viaje criminal internacional, causando nada más que caos y destrucción a su paso.
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